Tras nueve años de guerra, Yemen sigue sufriendo una de las peores crisis humanitarias del mundo. Más de la mitad de la población del país (alrededor de 18,2 millones de personas) necesita algún tipo de asistencia humanitaria. El país también enfrenta una de las peores crisis de hambre en el mundo, con más de la mitad de la población luchando por obtener alimentos. En 2024, cerca de 2,7 millones de mujeres embarazadas y lactantes necesitan tratamiento para la desnutrición aguda.

Los conflictos, el deterioro de la economía, las perturbaciones climáticas y el colapso de los servicios han dejado a las mujeres y las niñas sin acceso a los servicios de protección y salud reproductiva. Cada dos horas muere una mujer durante el embarazo, el parto y sus secuelas por causas que en gran medida son prevenibles con acceso a atención especializada, ya que solo uno de cada cinco centros sanitarios en funcionamiento ofrece servicios de salud maternoinfantil.

La violencia contra las mujeres y las niñas ha empeorado y las mujeres y niñas desplazadas, los hogares encabezados por mujeres y las personas con discapacidad están especialmente expuestas a riesgos. A medida que aumentan la pobreza y el hambre, las niñas se vuelven más vulnerables al matrimonio infantil, a la trata de personas y al trabajo infantil.

El UNFPA es el único proveedor de medicamentos vitales de salud reproductiva en Yemen y dirige la coordinación y prestación de servicios de protección y salud reproductiva de las mujeres en todo el país. Esto incluye el apoyo a la atención obstétrica y de salud materna de emergencia en más de 100 centros sanitarios y la prestación de servicios para prevenir y responder a la violencia de género a través de 36 espacios seguros, ocho refugios y siete centros especializados de salud mental.

El UNFPA también dirige el mecanismo de respuesta rápida, en asociación con el Programa Mundial de Alimentos y UNICEF, que presta asistencia de emergencia a las personas recientemente desplazadas.

Actualizado el 1º de agosto de 2024