En diciembre de 2021, Yemen alcanzó una distinción sombría: por tercer año consecutivo fue el país el que más ayuda humanitaria necesitó en el mundo. De los 20,7 millones de personas que necesitan asistencia o protección, 12 millones la necesitan con urgencia. Aunque el llamamiento humanitario del año pasado fue financiado sólo a la mitad, el UNFPA llegó a casi 2,8 millones de personas con servicios de salud reproductiva, información y servicios de protección y socorro de emergencia; apoyó 127 centros de atención sanitaria, brindó ayuda a 1.500 trabajadores de salud reproductiva, 51 espacios seguros, nueve refugios y ocho centros de salud mental. Este mes, sin financiación adicional, 63 de esos centros de salud y un tercio de los espacios seguros, refugios y centros especializados para sobrevivientes con perspectiva de género se verán obligados a cerrar, dejando así a casi 1,3 millones de mujeres sin acceso a atención y protección de la salud reproductiva y apoyo psicosocial.

Arriba: Una niña desplazada dentro de su refugio temporal en un campamento de desplazados internos en Marib, Yemen. © ONU/Giles Clarke

Faisal y Fátima Saad y sus hijos han vivido en su tienda de campaña en Al Turbah desde que huyeron de la ciudad de Taiz en 2015. “Nos fuimos debido a los bombardeos, los misiles, los tanques y las minas”, explicó Faisal. “En ocasiones lavé autos. En Taiz nos sosteníamos esencialmente con lo que recogíamos, pero sobrevivíamos".  

Esta es una de aproximadamente 1.000 familias, o unas 6.000 personas, que viven en este campamento de desplazados internos. “El frío es el mayor problema aquí, y no tenemos agua limpia”, se quejó Fátima, a lo que añadió que “no hay medicamentos ni dinero en efectivo. Algunos días tenemos comida, otros días no".  © ONU/Giles Clarke

Casada a los 15 años, Rima* sufrió abuso a manos de su marido, quien la golpeaba y la mantuvo encadenada a una pared dentro de su casa. Ahora tiene 17 años y está recibiendo ayuda en un centro de salud mental apoyado por el UNFPA. “Quiero volver a estudiar. Quiero construir un futuro”, afirma. “Quiero ser médica, y quiero ser policía para poder someter a mi marido a la justicia". De los 4 millones de niñas casadas de Yemen, 1,4 millones fueron casadas antes de cumplir 15 años. © ONU/Giles Clarke

*Se ha cambiado el nombre para fines de privacidad y protección.

Una niña recoge agua en un campamento de desplazados internos en Marib, Yemen. De los 48 frentes activos en el país, los frentes de Marib son los más preocupantes. Desde comienzos de 2022, más de 50.000 personas han sido desplazadas de Marib. Con unos 4 millones de desplazados internos, de los cuales el 73 % son mujeres y niños, Yemen es la cuarta crisis de desplazamiento más grande del mundo. © ONU/Giles Clarke

Los círculos blancos ayudan mantener el distanciamiento social entre las desplazadas yemenitas mientras recogen artículos de socorro de emergencia, incluidos alimentos, suministros de higiene familiar y kits de higiene femenina entregados como parte del Mecanismo de Respuesta Rápida de las Naciones Unidas (MRR). El UNFPA, que dirige esas actividades de respuesta rápida, incluidas las que se hacen a nombre del UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos, entregó 62.701 kits el año pasado, con lo que llegó a 434.497 personas. © ONU/Giles Clarke

En un espacio seguro para mujeres y niñas apoyado por el UNFPA en Al Turbah, mujeres cosen ropa que después pueden vender. Uno de los 51 espacios seguros que apoya el UNFPA proporciona capacitación en torno a medios de subsistencia como parte de una serie de servicios de violencia de género a mujeres de la zona o a mujeres desplazadas.  © ONU/Giles Clarke

Halima*, de 30 años, fue desplazada dentro de Taiz tras el incendio de su vecindario, en 2015. Ella, su marido y tres hijos huyeron hacia otra aldea en el sur, y allí se convirtió en la principal proveedora de su hogar vendiendo perfumes en el mercado. Aunque trabaja 11 horas al día, apenas puede permitirse el alquiler mensual de $60, y ha pedido prestados $1.000, una deuda cuyo saldo le preocupa. “Mis hijos sueñan con comer huevos”, refirió, “pero sólo tenemos pan".

Su marido está desempleado y abusa de ella física y verbalmente. “Sólo me he quedado por el bien de mis hijos”, admitió. A veces, mientras su marido la ataca, oye a su hija menor gritarle: “¡No toques a mami, no la golpees!” En la actualidad Halima está recibiendo apoyo psicosocial en un espacio seguro para mujeres y niñas apoyado por el UNFPA. © ONU/Giles Clarke

*Se ha cambiado el nombre para fines de privacidad y protección

Una mujer con su bebé dentro de su tienda temporal en el campamento de desplazados internos de Al Turbah. Entre enero y diciembre de 2021, el UNFPA brindó apoyo a 151.115 partos seguros, incluidas 17.764 cesáreas, en 21 gobernaciones de Yemen. El organismo llegó a un total de 1.584.175 mujeres con servicios de salud reproductiva. El UNFPA es el único proveedor de medicamentos de salud reproductiva en el país. © ONU/Giles Clarke

Khadija Mohommad, de diez años, lleva leña de vuelta al refugio temporal de la familia en el campamento de desplazados internos de Shaab, en las afueras de Adén. Tiene un trastorno sanguíneo doloroso, pero la familia no puede permitirse el tratamiento médico. “Quiero sentirme mejor y hacer más para ayudar a mi madre”, manifestó Khadija, cuya familia huyó de Al Hudaydah después que el conflicto arreciara cerca de su hogar. © ONU/Giles Clarke