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Reportaje fotográfico
Tras dos años del inicio de la invasión rusa a Ucrania, un hospital cercano a la línea de combate está luchando por salvar a los ciudadanos más vulnerables: los bebés nacidos en la guerra. El trabajo se realiza con incubadoras de última generación, que pueden transportar a los recién nacidos entre los distintos centros y refugios antiaéreos al sonido de sirenas de asalto aéreo.
En el Centro Regional Perinatal de Zaporizhzhia, las nuevas incubadoras, que cuentan con el apoyo del UNFPA y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), están equipadas para mantener niveles óptimos de temperatura, humedad y oxígeno, lo que permite el traslado seguro de los bebés.
Las incubadoras de transporte han marcado una gran diferencia en el centro perinatal. Antes de su llegada, recuerda Elizabeth, “teníamos que llevar a los bebés dependientes de oxígeno al refugio en las cunas”, poniendo en riesgo la propia vida de los recién nacidos. Las incubadoras también desempeñan un papel vital en el transporte de bebés desde los centros de primera línea, donde hay falta de atención neonatal, al centro perinatal.
La guerra en curso ha cobrado un altísimo precio en el sistema de salud de Ucrania, con la destrucción de la infraestructura y la ruptura de las cadenas de suministro, lo que ha puesto los servicios para sobrevivientes, la atención de salud materna y otras formas críticas de apoyo fuera del alcance de muchas mujeres. En los últimos dos años, la Organización Mundial de la Salud ha informado de más de 1.300 ataques contra centros de salud.
Más de 3,7 millones de personas han sido desplazadas internamente en medio de los combates, y casi 6,5 millones se han visto obligados a buscar refugio fuera del país; la mayoría de ellas, mujeres y niños. En medio del estrés y el trauma, los nacimientos prematuros en toda Ucrania han aumentado desde el comienzo de la invasión a gran escala: se han registrado más de 14.780 en 2023.
En 2024, 7,8 millones de personas necesitan asistencia sanitaria en Ucrania.
A pesar de las dificultades, el UNFPA y sus asociados siguen apoyando a Ucrania para fortalecer la prestación de servicios de salud materna y prevención y respuesta a la violencia de género, al llegar a más de 879.000 mujeres, niñas, hombres y niños con esos servicios en 2023.
Este apoyo salva vidas. En el Centro Perinatal Regional de Zaporizhzhia, la joven madre Nataliia da crédito a la acción rápida de los médicos y una de las nuevas incubadoras de transporte por salvar la vida de su hijo, que nació con necesidad urgente de cuidados intensivos. “La disponibilidad de una incubadora fue clave, ya que permitió el traslado inmediato de nuestro recién nacido desde la sala de partos a la unidad de cuidados intensivos”, asegura. “La acción rápida fue vital”.
María es otra madre cuyo bebé se benefició de las incubadoras. “Lo que más temíamos ha sucedido: el parto no ocurrió naturalmente, como esperábamos”, cuenta. “Gracias al nuevo equipo, provisto de manera oportuna y eficiente, se brindó toda la asistencia médica necesaria. Estoy sinceramente agradecida”.
Cuando los bebés deben ser trasladados al refugio antiaéreo, el personal está listo para cuidarlos y para evacuarlos rápidamente, si es necesario, explica la enfermera Ganna. “En el refugio, donde reubicamos las incubadoras, hay distintas salidas que conducen a la calle adyacente. En caso de un impacto directo y un posible colapso del edificio, podemos evacuar a nuestros pacientes y personal médico a través de esos pasajes subterráneos. Además, tenemos un quirófano totalmente equipado, donde transportamos incubadoras y establecemos una unidad de cuidados intensivos neonatales para recién nacidos y mujeres posparto”.
Andriy Lobanov, anestesiólogo pediátrico del centro perinatal, admite que la vida de los trabajadores de la salud “ha cambiado drásticamente” desde la escalada de la guerra hace dos años, señalando que al principio “prácticamente vivíamos en el trabajo” para manejar todos los nacimientos prematuros. “El equipo de última generación nos ayuda a cumplir con nuestras funciones de acuerdo con los más altos estándares y a proporcionar asistencia oportuna a los recién nacidos”, afirma. “Es excepcionalmente crucial en nuestro trabajo”.
El apoyo al centro perinatal es una de las muchas maneras en que el UNFPA ha trabajado con sus asociados para mejorar la vida de las mujeres y las niñas en Ucrania, lo que incluye llegar a más de 140.000 personas a través de unidades móviles de salud en 2023; entre ellas unas 1.200 mujeres embarazadas.
No obstante, el sufrimiento está lejos de terminar, y el apoyo del UNFPA es sumamente crítico. Se necesita con urgencia una financiación flexible y sostenida para garantizar que las mujeres y las niñas de Ucrania y los países vecinos puedan dar a luz en condiciones de seguridad y vivir libres de violencia. Este año, el UNFPA necesita 94,4 millones de dólares para responder a las necesidades de las y los afectados por la guerra. Con este financiamiento, continuaremos restaurando y ampliando los servicios de salud reproductiva y protección contra la violencia de género, y salvaremos vidas.
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