Los derechos humanos requieren autonomía corporal para todos y todas, en todo momento

Declaración de la Directora Ejecutiva del UNFPA en el Día de los Derechos Humanos

La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas hace 75 años. Sin embargo, su promesa a la humanidad todavía reverbera, más fuerte que nunca, demandando dignidad, libertad, paz e igualdad para todas y todos.

Si bien las personas de todas partes aprecian estos valores universales, en demasiados lugares los derechos humanos están bajo asedio, y las mujeres y las niñas se ven particularmente afectadas. Las estadísticas lo aclaran todo: casi la mitad de todos los embarazos son no planificados; cada dos minutos muere una mujer debido a un embarazo o un parto; una de cada tres mujeres sufre violencia en su vida, con mayores amenazas para quienes viven en medio de crisis humanitarias.

La Declaración Universal de Derechos Humanos y otros acuerdos internacionales de derechos humanos subrayan que la autonomía corporal es un derecho fundamental. Las personas deben tener la capacidad y ser empoderadas para tomar decisiones libre y responsablemente sobre sus propios cuerpos, incluyendo si y cuándo tener hijos y cuántos hijos tener. La realización de este derecho incluye garantizar el acceso universal a información y servicios de salud sexual y reproductiva de calidad, incluso en situaciones de conflicto y desastre. También depende de poner fin a todas las formas de violencia de género cuando y donde esta ocurra, ya sea en el hogar, en el lugar de trabajo, en entornos de crisis o en línea. Las prácticas nocivas, como la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil, también deben terminar 

En todo el mundo, el UNFPA apoya a las mujeres y las niñas en la reivindicación de su derecho a la autonomía corporal y a una vida en libertad e igualdad. Trabajamos con los gobiernos y la sociedad civil para garantizar que las políticas de salud sexual y reproductiva se basen en los derechos humanos y estén alineadas con los mecanismos nacionales e internacionales de derechos humanos. A modo de ejemplo, en Kenya, la República Kirguisa, Mozambique y la República Unida de Tanzania, el UNFPA ha ayudado a armonizar los programas de planificación de la familia con los principios de derechos humanos. En Costa Rica ayudamos a diseñar un nuevo proyecto de ley que protege a las mujeres embarazadas de la violencia obstétrica antes, durante y después del parto.

Los esfuerzos del UNFPA por mejorar la recopilación de datos desglosados están ayudando a combatir la discriminación y arrojan luz sobre las personas que desde hace mucho tiempo no se han contabilizado. Por primera vez, Camboya, Jordania, México, Turkmenistán y Zambia, entre otros países, están recopilando datos censales sobre las personas con discapacidad, un paso fundamental para salvaguardar sus derechos.

En situaciones de crisis, el UNFPA apoya a las mujeres, niñas y jóvenes más vulnerables, que desempeñan un papel esencial en la búsqueda de la paz y la seguridad trabajando para prevenir, abordar y responder a las violaciones de los derechos humanos. En todos los contextos humanitarios, el UNFPA trabaja para defender los derechos de las mujeres y las niñas a través de principios comunes de justicia, igualdad y compasión. En Gaza, Sudán, Ucrania y otros lugares en que existe necesidad urgente, el UNFPA está distribuyendo kits de partos limpios para garantizar la seguridad del parto y la atención posnatal. También estamos proporcionando a las mujeres y niñas desplazadas en edad reproductiva kits de dignidad para que mantengan una higiene adecuada al tiempo que ayudamos a cubrir sus necesidades de salud menstrual.

Después de 75 años de su aprobación, la Declaración Universal de los Derechos Humanos nos recuerda que nunca debemos ceder en nuestros valores fundamentales ni perder de vista el mundo que queremos construir. En este Día de los Derechos Humanos, y todos los días, hagamos todo lo posible para cumplir la promesa de un mundo mejor donde todos y todas podamos disfrutar de todos los derechos a los que tenemos derecho.