Declaración
¡Acabemos con la desigualdad entre los géneros! ¡Acabemos con la desigualdad en materia de salud! ¡Acabemos con la fístula ya!
23 de mayo de 2020
Declaración
23 de mayo de 2020
Declaración de la Directora Ejecutiva del UNFPA, la Dra. Natalia Kanem, con ocasión del Día Internacional para la Erradicación de la Fístula Obstétrica
El pasado mes de noviembre, representantes de todas partes del mundo se reunieron en Nairobi para celebrar el enorme progreso realizado en los últimos 25 años en la promoción de la salud y los derechos de las mujeres y niñas. Dirigentes de todo el mundo —desde presidentes hasta líderes comunitarios, de refugiados a miembros de la realeza, desde jóvenes activistas hasta directores generales— se comprometieron a acelerar las medidas para garantizar la salud y los derechos sexuales y reproductivos para todos, haciendo gala de un gran sentido de la urgencia, el propósito y la esperanza.
Tan solo seis meses más tarde, dicho compromiso se enfrenta a su mayor desafío hasta el momento. Los sistemas de salud tienen problemas para responder a la COVID-19, y la pandemia va a suponer un durísimo golpe para la salud materna y neonatal a escala mundial. La crisis ya ha levantado nuevas barreras económicas, sociales y logísticas para las mujeres y niñas a la hora de acceder a servicios de salud sexual y reproductiva. Aun cuando dichos servicios están disponibles y son accesibles, el miedo, la falta de información y el estigma en lo relativo a la COVID-19 están provocando que algunas mujeres embarazadas no busquen atención obstétrica.
La falta de un tratamiento médico oportuno seguramente conlleve un aumento drástico de la fístula obstétrica, una grave lesión sufrida durante el parto por la prolongación u obstrucción del mismo.
Las mujeres y niñas pobres de zonas rurales son especialmente vulnerables. Esta enfermedad, debilitante y en ocasiones potencialmente mortal, presenta una incidencia desproporcionada entre las poblaciones pobres, lo que refleja las desigualdades sociales y económicas, así como el desigual disfrute del derecho a la salud, incluida la sexual y reproductiva. Incluso en las mejores circunstancias, estas personas tienen más posibilidades de carecer de acceso a personal sanitario especializado. El matrimonio infantil y la gestación prematura también se incluyen entre las causas.
Si bien la fístula ha sido prácticamente eliminada en las naciones desarrolladas, cientos de miles de mujeres y niñas de países en desarrollo aún conviven con esta enfermedad debilitante. Como entidad líder de la Campaña para Erradicar la Fístula a escala mundial, el UNFPA brinda financiación y apoyo para su prevención y tratamiento, además de programas de reintegración social. Desde 2003, hemos apoyado a más de 113.000 mujeres a fin de que pudieran recibir cirugía para reparar la fístula obstétrica.
No obstante, debemos redoblar los esfuerzos si pretendemos alcanzar nuestra ambición mundial de erradicar la fístula para el año 2030, fecha estipulada para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En aras de este objetivo, la respuesta a la pandemia de la COVID-19 debe garantizar la prestación de servicios esenciales de salud sexual y reproductiva, incluyendo servicios de partería y atención obstétrica de emergencia.
En este Día Internacional para la Erradicación de la Fístula Obstétrica, el recuerdo de la difunta Dra. Catherine Hamlin, que falleció el pasado mes de marzo, está más presente que nunca. Dedicó la mayor parte de su larga vida a atender a mujeres y niñas con fístula, centrándose no solo en la lesión física, sino también en las cicatrices psicológicas causadas por el estigma y la discriminación. Su organización benéfica, Hamlin Fistula Ethiopia, trajo esperanza y salud a mujeres y niñas, aumentó la concienciación mundial sobre la fístula y alentó esfuerzos innovadores para erradicarla.
En honor de la memoria de la Dra. Hamlin, trabajemos para hacer realidad el sueño de toda su vida, nuestro anhelado deseo de acabar con esta enfermedad prevenible. De este modo, ayudaremos a proteger la salud y los derechos humanos de las mujeres y niñas más pobres y vulnerables.