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Una unidad de maternidad móvil brinda servicios sanitarios esenciales y de parto en medio de la guerra en Ucrania
- 07 Diciembre 2022
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BALAKLIYA, Ucrania - «Cuando la guerra llegó a esta zona, las mujeres y los niños trataron de escapar del peligro, del hambre y de la falta de servicios médicos», relata la Dra. Olga Filipova, obstetra y ginecóloga en Ucrania.
La Dra. Filipova presta ayuda médica a las mujeres de zonas remotas de la región de Khárkiv, devastada por la guerra. El equipo llega a ellas gracias a una unidad de maternidad móvil del UNFPA situada actualmente en la ciudad de Balakliya, recientemente recuperada de las fuerzas rusas. Aunque los bombardeos no han cesado completamente, poco a poco las personas están empezando a regresar, muchas de ellas mujeres y niñas que necesitan urgentemente atención sanitaria.
«Mientras la guerra continúe, esta unidad móvil será muy útil», explica la Dra. Filipova. «Porque incluso ahora que el gobierno ha recuperado el control de la zona y la gente comienza a volver a casa, sigue habiendo muy pocos centros médicos locales».
La mayoría de los establecimientos de salud y otras infraestructuras básicas de la región de Khárkiv han sido destruidos, incluida una clínica apoyada por el UNFPA en Izium que anteriormente atendía a varias comunidades cercanas. Dado que los servicios se concentran ahora en un número muy reducido de centros de salud, para muchas la unidad móvil es la única forma de recibir atención urgente —y en muchas ocasiones vital— en materia de salud sexual y reproductiva.
Totalmente autónoma y con acceso a su propia electricidad y agua, en la unidad móvil se pueden realizar incluso intervenciones complejas como cesáreas en las condiciones más adversas. El personal trabaja cómodamente y cuenta con todos los medicamentos y suministros necesarios para poder llevar a cabo una gran variedad de reconocimientos y ayudar a las nuevas madres a dar a luz sin riesgos.
«Prestamos una amplia asistencia, desde reconocimientos generales y análisis básicos hasta consultas sobre planificación familiar, anticoncepción y derivaciones a especialistas. Las mujeres embarazadas y los casos más graves se derivan a los hospitales», añade la Dra. Filipova.
Fuerte aumento de los riesgos y complicaciones para la salud
La Organización Mundial de la Salud calcula que unos 688 centros médicos han sido atacados desde que comenzó la brutal guerra en Ucrania hace nueve meses. Las continuas interrupciones de electricidad, agua y calefacción, junto con carreteras traicioneras (muchas de ellas minadas) están dificultando el acceso o el uso de los servicios sanitarios disponibles, lo que pone en peligro millones de vidas.
En los territorios recuperados hay unas 80.000 mujeres en edad reproductiva, de las cuales más de 100 están embarazadas en la región de Khárkiv y se espera que 70 den a luz en los próximos tres meses.
«Muchas mujeres (incluidas aquellas embarazadas) no han recibido asistencia médica adecuada durante meses, ni tampoco las personas de edad con enfermedades crónicas. Como resultado, estamos viendo algunas complicaciones graves en mujeres embarazadas y un agravamiento de las afecciones clínicas», asegura la Dra. Filipova. Las más comunes son cáncer de cuello uterino, diabetes e infecciones de transmisión sexual, como el VIH.
Cada paciente requiere asistencia de acuerdo a sus necesidades particulares, algo que el UNFPA ha continuado garantizando mediante la apertura de nuevos servicios de salud y la puesta en marcha de equipos móviles psicosociales y teléfonos de asistencia para supervivientes de violencia. Desde marzo de 2022, más de 10.000 mujeres y niñas han recibido servicios de salud sexual y reproductiva en clínicas móviles apoyadas por el UNFPA y unas 33.000 han tenido acceso a servicios psicosociales a través de teléfonos de asistencia o clínicas móviles.
Peligrosas carencias de suministros y servicios
El UNFPA comenzará a gestionar más de 30 clínicas móviles en toda Ucrania en las próximas semanas para garantizar que miles de mujeres y niñas reciban la atención que necesitan en materia de salud sexual y reproductiva, incluyendo asistencia cualificada en el parto y atención postnatal. También se ha hecho entrega de una ambulancia al equipo móvil, que operará en la región de Khárkiv y que tiene su base en el hospital de Izium, ahora destruido.
A pesar de ello, la logística y las cadenas de suministro continúan sufriendo interrupciones prolongadas. Además, la inseguridad impide la prestación de incluso los servicios médicos más esenciales, por lo que las mujeres y las niñas de Ucrania se enfrentan a desafíos sin precedentes.
Cientos de miles de ciudades y pueblos aislados han quedado sin electricidad ni infraestructuras de comunicaciones, lo que implica que quienes viven allí tienen dificultades para buscar ayuda cuando más la necesitan.