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Un programa piloto en Myanmar proporciona apoyo a la salud menstrual y oportunidades económicas
- 15 Diciembre 2021
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ESTADOS DE KAYAH y RAKHINE, Myanmar – Como mujer que vive en un campamento de desplazados internos en el estado de Kayah, en el este de Myanmar, Ei Ei* tiene acceso limitado a productos de higiene menstrual.
“Sin ingresos no podría permitirme comprar estas cosas a menos que alguien me las diera gratuitamente”, señaló. “A veces tengo que usar trozos de tela durante el período. No es higiénico ni conveniente, pero no tengo opciones. Sin el apoyo adecuado de la higiene menstrual, las mujeres perdemos nuestra dignidad”.
Las mujeres no sólo sienten que están perdiendo su dignidad, sino que pueden sufrir complicaciones de salud, incluidas infecciones de las vías reproductivas y urinarias y el estigma y rechazo de la comunidad. Además, la falta de apoyo a la salud menstrual puede limitar la movilidad de las mujeres y las niñas y, en consecuencia, obstaculizar el acceso a los servicios básicos y al apoyo humanitario, incluidos los servicios de salud, la educación y las oportunidades de subsistencia.
Aumento de las necesidades humanitarias
En el Panorama de las Necesidades Humanitarias de Myanmar de 2021 se determinó que más de 1 millones de personas necesitaban asistencia humanitaria, incluidas unas 336.000 personas desplazadas (de las cuales el 29 % son mujeres y el 20 % son niñas) en campamentos o sitios de desplazamiento. En junio, en el adendum al Plan de Respuesta Humanitaria de Myanmar de 2021 se determinó que otros 2 millones de personas necesitaban asistencia de respuesta de emergencia debido a la escalada del conflicto y el caos causados por la crisis política.
El UNFPA, junto con sus organizaciones asociadas en la ejecución, ha garantizado la continuación de los servicios esenciales de salud sexual y reproductiva, incluida la salud e higiene menstrual, para las poblaciones vulnerables de las zonas afectadas.
Este año, una organización asociada presentó el proyecto piloto Safepad en los estados de Kayah y Rakhine, para satisfacer las necesidades de salud e higiene menstrual de las mujeres y niñas vulnerables en las zonas afectadas por conflictos y para promover oportunidades de generación de ingresos para las mujeres locales.
“Tiene el doble impacto del empoderamiento de las mujeres locales mediante el apoyo a los medios de vida y la garantía de la salud y los derechos sexuales y reproductivos para las mujeres y niñas en edad reproductiva”, explicó Nan*, directora de proyecto.
En el marco de este proyecto, 20 mujeres locales en el estado de Kayah y 19 en el estado de Rakhine recibieron capacitación para producir 3.600 toallas antimicrobianas reutilizables, que la organización asociada adquirió posteriormente en un programa de recompra para distribuir a 900 mujeres y niñas en campamentos de desplazados.
Abordar las amplias necesidades de higiene
Los kits de gestión de la higiene menstrual del proyecto también proporcionan mascarillas reutilizables, gel de manos, ropa interior, un cubo, detergente para ropa e información sobre la gestión de la salud menstrual.
“Me estoy beneficiando mucho de este proyecto”, aseguró Ma Wai, quien fue entrenada para producir Safepads. “Las mujeres de nuestra comunidad tienen ingresos. Nuestros productos se entregan a mujeres y niñas en los campamentos de desplazamiento que necesitan suministros sostenibles e información para la gestión de la higiene menstrual. Como joven local, me siento empoderada”.
*Se han cambiado los nombres por motivos de privacidad y protección