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Trabajadores sanitarios en África occidental "corren peligro diario" mientras prestan servicios sanitarios reproductiva
- 29 Junio 2020
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GODOMEY, Benín/ASSAHOUN, Togo/CONAKRY, Guinea – A medida que la pandemia de COVID-19 sigue propagándose, los trabajadores sanitarios de varios países de África occidental afirman que ha sido un reto prevenir la propagación del virus y proporcionar vitales servicios de salud sexual y reproductiva.
“Como parteras, estamos luchando constantemente para garantizar que nos protejamos a nosotras mismas y a las pacientes que acuden a los servicios de atención materna”, aseguró Eyamou Kadiatou, un partera en Guinea. “Necesitamos equipo de protección: simplemente no tenemos nada, pero seguimos aquí ayudando a salvar vidas de mujeres que están dando vida".
Esta preocupación también aqueja a Benín: "Hemos sido abandonadas en la sala de maternidad. No hay mascarillas", se quejó la Sra. Sinzogan, partera del Centro de Salud de Galilee.
"No tenemos otra opción. Incluso nuestras pacientes están desprotegidas", añadió. "Nuestras vidas (y las de nuestras pacientes y nuestros seres queridos,) están en peligro diario por la COVID-19".
El UNFPA está trabajando con su socio Takeda Pharmaceutical Company Limited para llegar a países con recursos insuficientes para los servicios de salud reproductiva. En mayo, Takeda anunció una contribución de USD 4,6 millones en apoyo a la labor del UNFPA. Los fondos se destinarán a apoyar los servicios de salud materna y neonatal en Benín, Guinea y Togo, que reciben por lo menos 350.000 mujeres y recién nacidos.
Los fondos también ayudarán a proporcionar suministros esenciales y equipo de protección personal (EPP) a los trabajadores sanitarios de primera línea de los tres países.
Las mujeres que procuran servicios sanitarios también están resaltando la necesidad de equipo de protección y medidas de control de infecciones.
"Necesitamos mascarillas", reclamó Hariel Medegan, una embarazada, quien afirmó haber conseguido una mascarilla para usarla mientras recibía servicios de salud materna en el hospital de la Zona Bethesda en Benín, un país que ha visto más de 1.100 casos confirmados de COVID-19. "Me la pongo porque nos hacen usarla antes de entrar al hospital, pero no me siento lo suficientemente protegida".
Los trabajadores sanitarios también están denunciando la falta de medidas y suministros para el control de infecciones.
“Recibimos hasta 90 mujeres por día para consultas prenatales, pero el número de asientos no nos permite respetar la distancia de las mujeres entre sí", se lamentó Nouatin Vivianne, partera de la sala de maternidad del Centro de Salud de Godomey.
A los expertos les preocupa que las mujeres puedan incluso sentir recelo al procurar servicios sanitarios, lo cual podrían poner en peligro su salud y sus vidas en caso de que surjan graves problemas de salud.
El UNFPA está colaborando estrechamente con los sistemas de salud de toda la región para desplegar parteras y fortalecer la capacidad de prestación de servicios sanitarios. El UNFPA también está distribuyendo EPP y otro apoyo crucial. Estos esfuerzos son fundamentales para mantener las operaciones en las maternidades y otros servicios de salud reproductiva.
En Togo, que ha visto más de 600 casos del virus, el UNFPA está proporcionando EPP e instalaciones de lavado de manos a las unidades neonatales y maternas, entre otras actividades.
A principios de esta semana, las mujeres se reunieron en una clínica de salud en Assahoun, Togo, para una sesión de planificación familiar a puertas abiertas, en que se habló de los servicios de planificación familiar disponibles gratuitamente a través de un programa apoyado por el UNFPA.
“Contamos con los materiales de protección y de trabajo necesarios para asegurar la continuidad de los servicios de salud reproductiva y planificación familiar”, aseguró la Sra. Ekpai, una partera responsable de las instalaciones de maternidad que se alegra de poder seguir prestando atención. "Nos sentimos protegidos y útiles para nuestras comunidades", declaró.
Las mujeres de la comunidad también expresaron su alivio porque estos servicios siguieran disponibles. "Soy aprendiz de costurera", explicó Akofa, de 24 años, al UNFPA en la Clínica de Assahoun, donde había venido para un implante anticonceptivo. “Vine a recibir un implante de tres años para evitar quedar embarazada durante mi aprendizaje. Hemos recibido los productos de forma gratuita, y creo que eso es algo positivo".
Sin embargo, se requieren más esfuerzos para garantizar la continuidad de los servicios esenciales de salud sexual y reproductiva, en particular porque el ritmo de propagación de la pandemia parece estar acelerándose en el continente. Tomó 98 días para que el número de casos en África alcanzara los 100.000, pero solo 18 días para que alcanzara los 200.000, anunció la Organización Mundial de la Salud el 11 de junio.
En Benín, la asociación con Takeda Pharmaceutical Company Limited apoyará la capacidad de detección de la COVID-19 y el transporte de emergencia de mujeres con complicaciones obstétricas y de recién nacidos, entre otros esfuerzos. En Togo, la alianza se centrará en las medidas de lucha contra la infección y en la adquisición de medicamentos y equipo para la salud materna, así como otro apoyo del sistema de salud. En Guinea, la alianza apoyará los servicios móviles de atención de la salud reproductiva y materna, capacitará a parteras y enfermeras en el control de infecciones y mejorará la gestión de datos para medir el impacto de la pandemia en la utilización de los servicios sanitarios.