Si quieres cambiar el mundo, empieza en casa: Nueva herramienta ofrece una hoja de ruta para cambiar las normas sociales

NACIONES UNIDAS, Nueva York/KATETE, Zambia/OUAGADOUGOU, Burkina Faso – "Como líder femenina tradicional, mi objetivo es convertirme en modelo dentro de mi dominio de jefatura. Quiero asegurarme de que desafiemos colectivamente las normas y prácticas sociales y tradicionales que afectan a nuestras mujeres y niñas”, declaró Kawaza, jefa del pueblo Chewa.

Ella dirige más de 650 aldeas con unas 100.000 personas, una de las jefaturas más grandes de la provincia oriental de Zambia. 

La jefa Kawaza no está sola. Líderes tradicionales y comunitarios de toda la provincia oriental están desafiando las normas sociales nocivas, como el matrimonio infantil, las ceremonias de iniciación, el embarazo precoz, así como la impunidad de los autores de abusos sexuales.  

"Muchas niñas se ven obligadas a abandonar la escuela para someterse a los ritos de iniciación", señaló la jefa.  Estos ritos a menudo contienen información inexacta sobre la salud sexual y reproductiva. En algunos casos, se alienta a los jóvenes a "participar" en actividades sexuales que pueden causar infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH, así como embarazos no deseados.

“Instruí a los consejeros tradicionales que realizan los ritos de iniciación a revisar el currículo para que se concentre únicamente en temas y prácticas culturales progresistas que promuevan el respeto a los derechos humanos", dijo la jefa Kawaza.  En respuesta, ha pedido que las ceremonias de iniciación se lleven a cabo durante las vacaciones escolares.

Ella ha precibida una transformación en las percepciones en torno a estas prácticas dañinas; y este enfoque no se limita a Zambia. Esfuerzos similares están ayudando a cambiar las creencias y prácticas en todo el mundo, según muestra una nueva publicación.

“De qué modo el cambio de las normas sociales es crucial para lograr la igualdad de género” es un compendio de investigaciones y pruebas que muestran la manera en que este enfoque ha ayudado con éxito a poner fin a normas nocivas en todas las regiones del mundo.

La clave, dicen los expertos, es empoderar a los propios miembros de la comunidad para que compartan sus experiencias y lideren el cambio.

Una receta para el cambio

Este enfoque puede incluso surgir orgánicamente, como pudo ver el mundo con el movimiento #Metoo, en que prominentes líderes comunitarios y miembros de los medios de comunicación elevaron las voces y experiencias de las mujeres. Esto provocó un llamamiento para que se pusiera fin al acoso sexual y a la impunidad de los perpetradores poderosos.

No obstante, estos pasos —la identificación de una norma dañina, la defensa por parte de individuos prominentes, el intercambio de experiencias y puntos de vista dentro de la comunidad y, finalmente, los llamamientos al cambio— también pueden aplicarlos deliberadamente organizaciones comunitarias y defensores en general, planta la nueva publicación. 

Este enfoque ha llevado con éxito la acción colectiva en todo el mundo, llegando a millones de personas.

"Una de las intervenciones exitosas ha sido la declaración pública de abandono de la mutilación genital femenina", dijo Lacina Zerbo, quien trabaja para el UNFPA en Burkina Faso. "Más de 4 millones de personas han abandonado públicamente la mutilación genital femenina".

Esfuerzos similares para poner fin a la MGF llegaron a más de 34 millones de personas en 16 países con el apoyo del Programa Conjunto UNFPA-UNICEF sobre MGF. Los esfuerzos también condujeron a una serie de nuevas leyes y políticas.

El proceso, dijo Zerbo, depende de "generar confianza entre los miembros de la comunidad y los influyentes o tomadores de decisiones".

"Las personas influyentes son clave para transformar las normas", resaltó Nafissatou Diop, encargada de género y derechos humanos del UNFPA, quien dirigió la nueva publicación. “Pueden ser líderes tradicionales en unos contextos; o bien líderes religiosos en otros contexto. En otros países serán líderes políticos o ancianos".

 Después, se debe alentar a los miembros de la comunidad a que escuchen nuevas ideas y reflexionen sobre sus valores. “El segundo elemento es el debate, la deliberación en torno a valores y la educación. Puede tener lugar en las escuelas de niñas, entre los grupos de padres, a través de la televisión y la radio, o en espacios abiertos", añadió la Sra. Diop. "Hay que enfrentar diversas fuerzas, ideas y posiciones, y participar en ese debate".

En el Reino Unido, un enfoque similar ayuda a combatir el estigma de la menstruación. "En el Reino Unido, una cultura de la vergüenza tiene un impacto significativo en la vida de muchas jóvenes que están menstruando", dijo Bekky Ashmore de Plan International UK. "El estigma del período, junto con el alto costo de los productos de higiene y la falta de educación, es un 'trío tóxico' de la pobreza del período". Plan International UK trabaja con jóvenes y activistas de diferentes sectores para ayudar a cambiar estas normas.

Un nuevo mercado de ideas

El abandono y la sustitución de normas sociales nocivas es parte normal del progreso. Durante los últimos siglos, las comunidades han abandonado gradual y colectivamente las normas sociales "desde el vendado de pies hasta los distintos tipos de violencia de género", indicó la Sra. Diop.

Pero el cambio social reciente se ha acelerado de muchas maneras en el marco de las plataformas digitales y las redes sociales mediante el intercambio de ideas, puntos de vista y creencias. Las nuevas ideas nunca están a más de un clic de distancia. 

Esto ha ayudado a amplificar las voces marginadas en todo el mundo, lo cual ha multiplicado los llamamientos en favor del cambio. Este nuevo enfoque puede ayudar a los defensores y los grupos comunitarios a orientar estas conversaciones hacia cambios productivos que afirmen los derechos humanos.

“El mundo virtual es el lugar para las conversaciones. Con las redes sociales, las personas pueden impulsar y activar el cambio en cualquier parte del mundo, especialmente entre aquellos que luchan contra las normas discriminatorias ", dijo Diop, subrayando la importancia de empoderar a las personas. grupos marginados para hacer oír su voz. “Las redes sociales le han dado a las comunidades, y a los jóvenes en particular, el poder de la unidad para impulsar el cambio colectivo. Y eso es lo que necesitamos: comportamiento colectivo para lograr cambios para un mundo más justo. "