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Para la comunidad LGBTQIA+ de Kirguistán los riesgos han aumentado en la pandemia de COVID-19
- 09 Julio 2020
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BISHKEK, Kirguistán – Alina* ha tenido una vida de desafíos demasiado familiares para otras personas transgénero, y afirma que esas dificultades han sido exacerbadas por la pandemia de COVID-19.
Alina era joven cuando empezó a sentir que estaba "viviendo en el cuerpo de otra persona", dijo.
"Me encantaba probarme la ropa de mis hermanas mayores, jugar con niñas y hacer todas las cosas que hacían las niñas", recordó Alina, que ahora tiene 24 años, "pero me regañaba por eso. La escuela era el peor lugar. Me acosaban constantemente".
La vida en casa no era más fácil, de todos modos. "Mi padre a veces me golpeaba con mucha fuerza y me exigía que fuera como los demás chicos; el tema de mi relación con mis padres es muy doloroso para mí", confiesa.
El rechazo es una experiencia común para las personas transgénero en Kirguistán, asegura Adilet Alimkulov, Director Ejecutivo de Kyrgyz Indigo, una ONG que apoya a la comunidad LGBTQIA+ del país.
"Las personas transgénero en Kirguistán tienen más probabilidades de sufrir violencia y amenazas a su seguridad por parte de sus familiares, la policía, el personal médico y la sociedad en general", indicó el Sr. Alimkulov. "El alto nivel de homofobia y estigma a menudo les obliga a abandonar sus estudios y a sus familias, empujándoles hacia una mayor vulnerabilidad económica y social".
El UNFPA se ha asociado con el Kyrgyz Indigo desde 2018 para trabajar con miras a empoderar a poblaciones clave, incluida la comunidad LGBTQIA+, y asegurar que se cubran sus necesidades de salud sexual y reproductiva.
Este trabajo se ha tornado aún más acuciante durante la pandemia de COVID-19. Una evaluación de necesidades efectuada por Kyrgyz Indigo determinó que muchos miembros de la comunidad LGBTQIA+ carecen de empleo remunerado, seguro social, recursos para trabajar en casa o un lugar seguro para autoaislarse.
Alina cayó en esa categoría.
Había vivido sola desde los 16 años, cuando su familia dejó de apoyarla. Como su identidad no se reflejaba exactamente en sus documentos legales, fue rechazada de varios trabajos. Sobrevivió convirtiéndose en trabajadora sexual, y hoy, debido al bloqueo, se ha quedado sin ingresos.
El UNFPA y el Kyrgyz Indigo están entregando paquetes de alimentos y otros suministros esenciales a las personas LGBTQIA+ que necesitan ayuda, incluidos medicamentos antirretrovirales para quienes viven con el VIH, y terapia hormonal para las personas transgénero en transición.
Alina fue una de las destinatarias de estos paquetes, pero no es solo una beneficiaria; también es una defensora.
Hace mucho que se hizo voluntaria para ayudar a las trabajadoras sexuales transgénero a escapar de la violencia y recibir atención, conectándolas con abogados, psicólogos y organizaciones sensibles a los problemas de LGBTQIA+. Cuando comenzó el bloqueo, empezó a remitir a personas en riesgo a Kyrgyz Indigo.
“Soy miembro de un grupo de personas transgénero de WhatsApp, trabajadoras sexuales en particular, en Bishkek y las afueras de la ciudad, así que pude ayudarles a identificar a otras personas transgénero necesitadas”, explicó.
Aunque no hay leyes claras contra las relaciones del mismo sexo en Kirguistán, "la homofobia sigue prevaleciendo en la retórica de muchos debates públicos", explicó el Sr. Alimkulov. Esto contribuye a las altas tasas de violencia contra las personas LGBTQIA+, así como a las barreras para la protección y los servicios de salud.
El UNFPA y Kyrgyz Indigo han capacitado a más de 100 médicos en materia de no discriminación, ayudando a mejorar el acceso a los servicios para los necesitados. La asociación también ha puesto en marcha programas de empoderamiento de la comunidad y presentó una aplicación móvil para mejorar el acceso a la información sobre salud sexual y reproductiva y VIH.
No obstante, queda más por hacer para enfrentar la generalizada violencia homofóbica.
"El mayor problema para las personas transgénero en Kirguistán es la violencia en todos los niveles: en la familia, en la escuela y en las instituciones estatales", manifestó Alina. "La violencia contra las trabajadoras sexuales transgénero es particularmente pronunciada".
Las estadísticas recientes muestran que el 70 % de la violencia que sufren las personas LGBTQIA+ se produce en el hogar. Esto es particularmente preocupante porque los centros de crisis informan que la violencia doméstica ha aumentado durante la cuarentena.
En respuesta, Kyrgyz Indigo ha abierto cinco refugios para activistas y otras personas LGBTQIA+ que necesitan un lugar seguro donde quedarse. También ha presentado herramientas en línea para apoyo psicológico y promoción.
En cuanto a Alina, ella se ha visto obligada a volver con su familia. Ha sido una prueba, pero las cosas están mejorando lentamente, admite.
"Mis padres todavía me dicen que no aprueban la forma en que vivo, pero no ejercen la presión y la violencia del pasado", dijo. "Me comunico muy bien con mi hermana, y mis padres todavía están tratando de aceptarme. Tengo suerte de mantener al menos algún tipo de conexión con mi familia".
* Se ha cambiado el nombre para fines de protección y privacidad