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“Lo perdí todo en un minuto”: las mujeres y las niñas sufren extrema necesidad cuando la emergencia por los terremotos aflige a Türkiye y Siria
- 10 Febrero 2023
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Siria/Türkiye – “Estábamos demasiado asustados. Salimos con prisa de nuestras casas y no atinamos a tomar nada para el parto, ni siquiera una pieza de ropa de bebé. No había nadie con quien comunicarnos ni lugar donde alojarnos. Nos sentimos impotentes”.
Buseyna huyó de su hogar en Adıyaman, una de las ciudades más afectadas por los devastadores terremotos que azotaron Türkiye y Siria el lunes. Como los hospitales más cercanos se vieron abrumados por las víctimas, Buseyna viajó más de 100 kilómetros con su madre a Şanlıurfa, en busca de ayuda en un espacio seguro para mujeres y niñas apoyado por el UNFPA: fue allí donde ella dio a luz a una niña, que llamó Meha. “Ustedes llegaron a nosotras con ayuda para el parto y nos dieron una bolsa con todo lo que necesitábamos”, relató Buseyna al UNFPA.
En las primeras horas de la mañana del 6 de febrero, mientras la mayoría de la gente todavía dormía, un poderoso terremoto sacudió Türkiye, provocando muerte y destrucción en el sureste del país y en la vecina Siria. Horas más tarde, mientras la gente todavía era sacada de los escombros, un segundo terremoto puso fin a más vidas tras arrasar casas, destruir hospitales y atrapar a miles de personas en condiciones peligrosas y bajo frío intenso.
Entre los 15 millones de personas afectadas en Türkiye hay más de 214.000 embarazadas, de las cuales casi 24.000 darán a luz en el curso del próximo mes. Decenas de miles de personas han perdido sus hogares y pertenencias, lo cual ha expuesto especialmente a mujeres, niñas y recién nacidos a graves riesgos de enfermedad y violencia. Los terremotos devastaron las vidas de personas que a menudo ya eran profundamente vulnerables, incluidos los refugiados de la guerra en Siria que vivían en el sur de Türkiye y muchos desplazados internos en el noroeste de Siria.
Priorizando la salud y protección de las mujeres y las niñas
En Lattakia, una de las gobernaciones más afectadas de Siria, Om Mohamed miró con angustia los restos de lo que había sido su barrio. “Desperté para darme cuenta de que lo perdí todo en un minuto, pues me había quedado sin hogar, sin ropa, sin dinero, sin nada en absoluto. He quedado sin habla; he perdido la esperanza de seguir viviendo”.
En Alepo, la situación era igual de desesperada. “Mi casa era mi refugio y un espacio seguro para mí y mis hijos, pero ahora tengo mucho miedo de volver allí pues podría colapsar en cualquier momento”, confesó Mohannad, mientras buscaba refugio en las calles.
Los espacios seguros del UNFPA en Siria están garantizando servicios de prevención y respuesta a la violencia de género, que aumenta durante las crisis a medida que colapsan las estructuras de apoyo y se produce el caos. Los hospitales, centros de salud y los espacios seguros en Alepo, Lattakia y Hama también están recibiendo kits de higiene femenina y kits de maternidad para embarazadas y madres primerizas. Estos kits traen jabón, una manta para bebés, pañales y almohadillas posparto, y ayudarán a las personas a cubrir las necesidades esenciales de las madres y sus recién nacidos.
Miles de embarazadas en Siria necesitarán acceso urgente a apoyo de salud materna, incluidas atención obstétrica de emergencia y cesáreas, operaciones que podrían poner en peligro la vida si los centros de salud no funcionan plenamente, particularmente en situaciones en que muchos de los centros ya no existen como tales.
El UNFPA también está distribuyendo miles de mantas y paquetes de ropa de abrigo, mientras que más de 20 equipos móviles compuestos por ginecólogos, parteras y trabajadores de apoyo psicosocial están llevando servicios de protección y de salud reproductiva a mujeres y niñas en las tres zonas más afectadas de la provincia de Alepo.
Se están enviando dos camiones con cientos de kits de salud reproductiva al noroeste de Siria, parte de la primera ayuda humanitaria transfronteriza en llegar a una zona que ya estaba en las garras de una crisis prolongada antes de los terremotos.
El embarazo y el parto no se detienen en medio de la crisis
Para Hatice*, de 22 años, también de Şanlıurfa, el miedo y la conmoción causada por el terremoto le provocaron un parto prematuro. Llegó a un centro de salud cercano a tiempo para dar a luz de forma segura, pero rápidamente se dio cuenta de que no tenía suministros para su recién nacido: todas sus pertenencias habían quedado atrapadas en los escombros de su antigua casa. Después de recibir un kit de salud materna del UNFPA y asesoramiento postnatal, manifestó que todavía tenía “miedo de salir del hospital, pero al menos mi bebé está a salvo”.
Hasta el 10 de febrero, se estima que 20.000 personas han muerto en la crisis, al tiempo que se prevé un número incalculable de lesionados: solo se espera que las cifras se aclaren a medida que los equipos de rescate limpien los restos y quede a la luz la verdadera magnitud del desastre.
Sentada agotada en las heladas temperaturas de Alepo, Ameera clamó diciendo que hacía “mucho frío, necesitamos mantas, colchones y ropa de invierno, pues estamos durmiendo en parques públicos después de que se derrumbara nuestra casa”.
Con una aguda falta de suministros médicos esenciales causada por los terremotos en los dos países, y cientos de centros de salud, instalaciones de maternidad y espacios seguros dañados, los proveedores de atención médica están haciendo lo indecible a fin de manejar incluso afecciones que ponen en peligro la vida. El UNFPA se encuentra sobre el terreno en las zonas afectadas, tanto en Türkiye como en Siria, y sigue dedicado a restablecer los servicios críticos para el bienestar y la protección de millones de mujeres y niñas vulnerables y traumatizadas que necesitan atención y apoyo urgentemente.
*Nombre cambiado para fines de privacidad y protección.