Éxito en Nyarugusu: Cómo uno de los campos de refugiados más grandes del mundo logró cero muertes maternas en 2022

KIGOMA, República Unida de Tanzania — El año pasado, 6.235 mujeres y niñas dieron a luz en el campo de refugiados de Nyarugusu, y ninguna murió debido al embarazo o el parto. 

“Agradezco a las y los trabajadores de la salud, enfermeras y médicos por los servicios de alta calidad y atención que brindaron durante la labor de parto y el parto mismo de mi bebé”, agradeció Faila Kashindi, de 27 años, quien dio a luz a su cuarto hijo en el campamento el año pasado.

Cientos de miles de mujeres y niñas desafortunadamente no llegan a tener la experiencia de la sra. Kashindi: un embarazo y un nacimiento seguros. El progreso en la lucha mundial para proteger la vida de las madres se ha estancado recientemente, y en 2020 se estima que ocurrieron en todo el mundo 287.000 muertes maternas. 

La propia República Unida de Tanzania tuvo la décima tasa nacional de mortalidad materna más alta de 2020, cuando registró 5.400 muertes maternas. 

En este contexto, los proveedores de atención médica calificados ayudaron a Nyarugusu a combatir la tendencia de progreso vacilante y a madres como la sra. Kashindi a vivir el embarazo y el parto con confianza.

El parto por cesárea de la Sra. Kashindi en Nyarugusu transcurrió sin problemas. “El bebé y yo estamos sanos y nos va bien”, afirmó.

Soluciones sencillas para un problema mundial

Como principal organismo de las Naciones Unidas para la salud y los derechos sexuales y reproductivos, el UNFPA centra su trabajo en lograr tres resultados transformadores, uno de los cuales es poner fin a las muertes maternas prevenibles para 2030. 

Si bien la cuestión de cómo lograr este objetivo puede traer a la mente intervenciones dramáticas en salas de emergencia, la verdad es que la gran mayoría de las muertes maternas pueden prevenirse utilizando soluciones sencillas que los expertos han respaldado durante décadas. 

“Podemos y debemos hacerlo mejor invirtiendo urgentemente en la planificación familiar y cubriendo la escasez mundial de 900.000 parteras para que cada mujer pueda recibir la atención que necesita”, manifestó la Directora Ejecutiva del UNFPA, la Dra. Natalia Kanem, en un comunicado.

El informe 2021 del UNFPA sobre el Estado Mundial de las Parteras revela que las parteras bien entrenadas podrían ayudar a evitar aproximadamente dos tercios de todas las muertes maternas y de recién nacidos. Además, según la OMS, la presencia de una profesional de la salud calificada en el parto puede significar la diferencia entre una madre que sobrevive y una muerte prevenible.

El UNFPA ha apoyado el despliegue de 15 enfermeras-parteras cualificadas en Nyarugusu, así como la capacitación de 47 trabajadores sanitarios en tres campamentos de refugiados en Kigoma. En Nyarugusu, más del 99 % de los partos son realizados por trabajadores de la salud cualificados. (La tasa global es del 84 por ciento.) 

El parto de la sra. Kashindi fue atendido por un proveedor capacitado en atención obstétrica de emergencia y prevención y control de infecciones. Al principio de su embarazo, una ecografía había revelado el gran tamaño de su bebé, y los trabajadores de la salud recomendaron una cesárea. Se sometió al procedimiento en marzo de 2022 en el centro de salud del campamento de Nyarugusu, al que el UNFPA había proporcionado equipo quirúrgico para la atención obstétrica y neonatal.

“Estaba preocupada, pero los médicos y las enfermeras proporcionaron asesoramiento, y luego me relajé”, relató la sra. Kashindi. “Me di cuenta de que mi bebé estaba bien”.

Capacitar a los proveedores para mejorar la confianza 

La historia de parto seguro de la sra. Kashindi refleja no solo la experiencia de sus proveedores, sino un cambio en la orientación de su comunidad hacia el cuidado de la salud. 

La enfermera-partera Benedicta Kweslema, que ha trabajado en el ala de maternidad del hospital principal de Nyarugusu durante los últimos dos años, explica que la confianza de las pacientes ha aumentado a medida que han mejorado las capacidades de las y los proveedores. 

Ella y sus colegas asistieron recientemente a dos sesiones de capacitación apoyadas por el UNFPA que abarcaron la preparación y la respuesta ante emergencias, la prevención y el control de infecciones, la atención al recién nacido y la seguridad en la administración de inyecciones. 

“Esta capacitación amplió nuestras habilidades técnicas y conocimientos sobre el monitoreo del trabajo y la detección temprana de señales de peligro para hacer que los partos sean más seguros”, señaló. “Soy más capaz de identificar necesidades directas e indirectas, y de atender más eficazmente a las pacientes”.

En consecuencia, la Sra. Kweslema ha mejorado sus relaciones con las madres y la comunidad de refugiados. 

“La capacitación aumentó la confianza, lo que llevó a un mayor número de mujeres que buscan servicios de salud y a un mayor número de partos seguros en nuestros centros de salud”, concluyó.

Partos cada vez más seguros significan menos muertes maternas, desde cinco en 2019 y cuatro en 2020 y 2021 a cero en 2022.