Noticias
Hace 25 años, los dirigentes prometieron salud y derechos de las mujeres. ¿Han cumplido?
- 10 Julio 2019
Noticias
NACIONES UNIDAS, Nueva York - Hace veinticinco años, en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo que tuvo lugar en El Cairo, 179 gobiernos aprobaron un Programa de Acción visionario que buscaba salvaguardar la salud y los derechos de las mujeres y las niñas mientras promovía su empoderamiento.
Aunque se han logrado avances importantes, muchos de los objetivos fijados en ese documento no se han cumplido.
A continuación se aprecia un informe sobre cinco maneras en que el Programa de Acción se propuso cambiar el mundo para las mujeres y las niñas.
En 1994, el Programa de Acción instó a los países a lograr "una reducción de la mortalidad materna a la mitad de los niveles de 1990 para el año 2000 y una nueva reducción a la mitad para el año 2015". Tomados en conjunto, esto significaría una reducción del 75 % en la mortalidad materna.
En lugar de esto, entre 1990 y 2015, la mortalidad materna mundial descendió aproximadamente un 40 por ciento; una disminución significativa, pero lejana de la meta.
La gran mayoría de las muertes maternas son prevenibles con una adecuada atención prenatal, partos en manos de personas capacitadas, atención posparto y acceso a atención obstétrica de emergencia en caso de que surjan complicaciones. Sin embargo, estas intervenciones siguen estando fuera del alcance de muchas.
De hecho, nueve países redujeron las muertes maternas en al menos el 75 %, señal de que la meta es factible, si se cuenta con los recursos y la voluntad política y se realizan los esfuerzos adecuados.
Hoy, el UNFPA está instando a todos los países a proponerse lograr aún más, al reclamar que se ponga fin a todas las muertes maternas evitables, en todas partes del mundo.
El Programa de Acción de la CIPD instó a los países a " adoptar medidas exhaustivas para eliminar todas las formas de explotación, abuso, acoso y violencia contra las mujeres, las adolescentes y las niñas".
Los datos sobre la violencia contra las mujeres y las niñas son harto difíciles de obtener. Las sobrevivientes de la violencia suelen ser renuentes a denunciar los abusos debido a la estigmatización y el miedo. Sin embargo, según los mejores datos disponibles en la actualidad, la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una epidemia mundial.
Una mujer tiene 1 de 3 posibilidades de sufrir violencia física o sexual en su vida. Se estima que el 18 % de las mujeres ha sufrido violencia física, sexual o psicológica de manos de un compañero en el año pasado.
Estas cifras ofrecen una sombría evaluación del compromiso mundial en favor del bienestar de la mitad de la población humana.
En 1994, los dirigentes reclamaron medidas urgentes para poner fin al matrimonio infantil y la mutilación genital femenina (MGF).
Desde entonces se han efectuado acciones de alcance mundial para sensibilizar sobre las consecuencias de estas prácticas para los cuerpos, las vidas y el futuro de las niñas. Por consiguiente, las tasas de matrimonio infantil y de mutilación genital femenina han descendido en los últimos 25 años.
En 1994, aproximadamente una de cada cuatro niñas era una niña casada. En 2019, este número se estima en 1 de 5.
En países con alta prevalencia de MGF, la proporción de niñas mutiladas descendió del 49 % en 1994 al 31 % hoy.
Sin embargo, debido al crecimiento de la población, las cifras absolutas de niñas afectadas por estas prácticas van en aumento.
La planificación familiar empodera a las mujeres y a las niñas para educarse y emplearse; es esencial para reducir la pobreza, promover la igualdad de género y reducir la incidencia de muertes relacionadas con el embarazo.
Los dirigentes que participaron en la CIPD así lo reconocieron. Exhortaron a los países a " tratar de proporcionar acceso universal a una gama completa de métodos seguros y fiables de planificación de la familia".
El acceso a la planificación voluntaria de la familia ciertamente ha aumentado desde 1994. En los países menos desarrollados, la prevalencia de uso de anticonceptivos modernos ha aumentado a más del doble entre las mujeres que están en una relación y desean evitar el embarazo: del 15 % al 37 %.
No obstante, el acceso a métodos modernos de planificación familiar confiable todavía está muy lejos de tener alcance universal.
Hoy, en las regiones en desarrollo, más de 200 millones de mujeres que desean evitar el embarazo no usan métodos de planificación familiar seguros y eficaces. Las razones van desde falta de acceso a información o servicios hasta falta de apoyo de sus parejas o sus comunidades.
Esta continua necesidad insatisfecha socava la capacidad de las mujeres de construir un futuro mejor para sí mismas, sus familias y sus comunidades.
Hace veinticinco años, el Programa de Acción instó a los gobiernos a "acelerar la participación en condiciones de igualdad y la representación equitativa de la mujer en todos los niveles de la vida política y la vida pública".
En este aspecto, las mujeres y las niñas han disfrutado de algunos progresos, aunque no suficientes.
El mundo ha elegido a un número creciente de jefas de Estado, entre la cuales figuran Angela Merkel, en Alemania; Ellen Johnson Sirleaf, en Liberia, y Michelle Bachelet, en Chile.
Aun así, los hombres siguen ocupando mayoritariamente los puestos de liderazgo. Hoy por hoy, menos de una cuarta parte de los parlamentarios de todo el mundo son mujeres, y el porcentaje de mujeres Gerentes Generales de empresas en la lista Fortune 500 ha aumentado del 0 % en 1995 a apenas el 5 % el año pasado.
"Las mujeres y las niñas han esperado tiempo suficiente", manifestó la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA, durante un examen de los progresos realizados desde la CIPD. Es hora de que todos apuremos el paso.
En noviembre de este año, los gobiernos de Kenya y de Dinamarca, junto con el UNFPA, convocarán la Cumbre de Nairobi sobre la CIPD25 para movilizar la voluntad política y los compromisos económicos dirigidos a aplicar plenamente el Programa de Acción.
La cumbre de alto nivel reunirá una amplia coalición (desde jefes de Estado y ministros hasta expertos técnicos, organizaciones comunitarias, activistas y otros actores) con el fin de acelerar los esfuerzos para finalmente cumplir la promesa de la CIPD.