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En Yemen la hambruna amenaza la vida de 2 millones de mujeres embarazadas

Alrededor de 1.1 millones de mujeres embarazadas y lactantes padecen de desnutrición aguda, lo que aumenta el riesgo de complicaciones potencialmente mortales durante el embarazo y el parto. © UNFPA Yemen
  • 09 Noviembre 2018

SANA’A, Yemen – Después de cuatro años de conflicto, Yemen se ha convertido en la peor crisis humanitaria del mundo. Más de 22 millones de personas necesitan asistencia humanitaria inmediata y dos tercios de la población no saben cuando van a volver a comer.

"Algunos días no puedo proporcionar alimentos [para mis hijos]", dijo Umm, de 28 años y madre de tres hijos. “Mi esposo fue asesinado en la guerra y ahora tengo que criarlos sola. La situación empeora cada día más”.

A medida que los combates y los ataques aéreos desplazan a millones al borde de la inanición, la inminente hambruna de Yemen amenaza en convertirse en la peor de la historia mundial en la actualidad.

"Ahora, con el bloqueo, solo comemos una vez al día, algunos días solo pan y agua", dijo Kefaya, de 40 años y madre de seis hijos, "No sé cómo van a sobrevivir mis hijos".

Las mujeres y las niñas no provocaron el conflicto, pero son las que más han tenido que soportar.

Los peligros del embarazo

Se estima que dos millones de mujeres embarazadas y en el período de lactancia corren el riesgo de morir si llegara la hambruna. Alrededor de 1.1 millones ya están desnutridas, lo que aumenta la posibilidad del aborto involuntario y la muerte fetal.

"Cuando di a luz a mi segundo hijo, nació deforme y murió al instante", dijo Amna, de 30 años. "No pude recibir los medicamentos ni alimentos suficientes durante mi embarazo".

Si bien la cantidad de mujeres y recién nacidos que murieron durante el periodo embarazo o por causas relacionadas con el parto desde que comenzó la crisis siguen siendo desconocidas, las tasas de mortalidad casi sin duda han aumentado, y esto en un país que ya sufre de una de las tasas de mortalidad materna más altas de la región.


Casi la mitad de todos los establecimientos de salud en Yemen no funcionan,
lo que impide que las mujeres embarazadas reciban atención obstétrica de
emergencia. © UNFPA Yemen

"Esperé poder tener a mi primer hijo durante ocho años", dijo a UNFPA Latifa, de 24 años, casada a los 16. “Mi esposo y yo estábamos tan felices cuando finalmente quedé embarazada. Pero cuando llegó el momento de dar a luz, no pude ir al hospital”.

Casi la mitad de todos los centros de salud en Yemen no están operando, lo que impide que las mujeres embarazadas reciban atención obstétrica de emergencia. Incluso las mujeres que viven cerca de un centro médico en funcionamiento a menudo no pueden pagar por los servicios de salud materna.

"Así que decidí dar a luz en la casa", dijo Latifa. “Cuando llegó el momento, mi madre fue a buscar a nuestra vecina, una partera. Pero llegaron tarde, y el niño murió dentro de mí. Nació azul, muerto.”

Su angustia era insoportable.

"Pensé en suicidarme, pero me contuve por mi marido", dijo.

El trabajo de las parteras que salvan vidas

Muchas de estas pérdidas se pueden prevenir. En todo el mundo, cada dos minutos muere una mujer dando a luz, y más de la mitad de estas muertes se producen en países afectados por crisis humanitarias, como es el caso de Yemen. Sin embargo, un estimado de dos tercios de todas las muertes maternas y neonatales pueden ser evitadas por parteras entrenadas, según datos de la ONU.

Maleka estaba embarazada cuando la violencia estalló en su natal Taizz, pero ella, junto a muchas mujeres en su posición, decidieron alejarse del hospital de la región.


El UNFPA está en el terreno, trabajando para apoyar a 2.500 parteras
desempleadas estableciendo clínicas comunitarias para servicios de salud
materna y neonatal. © UNFPA Yemen

"Temíamos que el hospital pueda ser atacado", dijo al UNFPA. En agosto, el único hospital importante en Hodeidah fue brutalmente atacado.

En vez de ir al hospital, Maleka prefirió ser atendida por una partera entrenada por el UNFPA para recibir atención prenatal, de parto y postnatal. Las parteras pueden reducir el riesgo de muerte por sangrado severo, sepsis, eclampsia, parto obstruido, entre otras complicaciones.

"La partera cuida de mí semanalmente", dijo Maleka. “Si no puedo ir donde ella, ella viene a mi casa para para las visitas de control y seguimiento de mi embarazo. Ella me brinda atención completa y lo hace todo gratis, incluyendo exámenes médicos y medicamentos”.

En el terreno

El UNFPA ha capacitado a 7.500 parteras en Yemen. Con el apoyo de diferentes socios, el UNFPA ha conseguido permanecer en el terreno y trabajar para apoyar a otras 2.500 parteras desempleadas y establecer clínicas comunitarias que ofrezcan servicios de salud materna y neonatal. Hasta la fecha, se han abierto un total de 120 clínicas comunitarias en las áreas más afectadas (incluyendo 40 en lo que va de este año) las cuales han atendido a más de 2,000 mujeres y 1,900 recién nacidos y niños.

El trabajo del Fondo no se detiene aquí. Desde el inicio del 2018, la respuesta del UNFPA en Yemen ha llegado a más de medio millón de personas, incluyendo más de 150,000 mujeres y niñas que reciben servicios de protección, tales como atención médica, apoyo legal, desarrollo de habilidades para la subsistencia y asistencia en efectivo. Otras 250,000 mujeres han recibido asistencia en servicios de salud sexual y reproductiva. El UNFPA también apoya a otros 206 centros de salud existentes para que puedan brindar atención a mujeres embarazadas y lactantes.

Con más de 3 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva en Yemen, el UNFPA y sus socios continuarán ayudando a garantizar que no se pasen por alto sus necesidades.

                                                                                                                         – Kelly Ashton
 

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