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En la peor crisis humanitaria del mundo, el milagro de un nacimiento seguro
- 21 Febrero 2019
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JARDAN, Yemen – Más de un millón de mujeres embarazadas y nuevas madres requieren ayuda urgente en Yemen, lugar en que se registra la peor crisis humanitaria mundial. Mohsina era una de estas mujeres cuando inició la labor de parto al final de un embarazo complicado y doloroso. Afortunadamente, la historia tuvo un final feliz, ¡y sorpresivo!
Mohsina, 36 de años, ya era madre de seis hijos. Esperaba el séptimo en octubre, justo después de que la familia se mudara a la Gobernación de Shabwah.
"Durante este embarazo, me sentí muy pesada y tenía mucho dolor", recordó Mohsina. A pesar de los alarmantes síntomas, no fue a ver un médico. Tras cuatro años de horroroso conflicto, la economía de Yemen se ha derrumbado. Más del 80% de los yemenitas viven por debajo del umbral de la pobreza.
"No podemos permitirnos el lujo de ir a un centro sanitario", admitió Mohsina, cuyo marido, Hadi, intervino diciendo, "si tuviera que pagar para llevarla a un hospital, tendría que renunciar a comprar alimentos para mis hijos".
La catástrofe en Yemen ha provocado una asombrosa pérdida de vidas humanas. Se trata de un mayor porcentaje de personas que enfrentan la muerte, el hambre y la enfermedad que en cualquier otro país, según el plan de respuesta de las Naciones Unidas.
Incluso antes del conflicto, Yemen enfrentaba uno de los más altos índices de mortalidad materna en la región árabe. Hoy, la pobreza, el hambre y las enfermedades —incluido un mortal brote de cólera— han incrementado considerablemente los riesgos para las mujeres y las niñas.
Seis millones de mujeres y niñas en edad de procrear tienen necesidad de apoyo. Hay más de 1 millón de mujeres embarazadas y lactantes malnutridas. Se estima que 114 000 mujeres son propensas a presentar complicaciones en el parto, pero el sistema sanitario ha sido devastado por la crisis. Menos de la mitad de los centros sanitarios de todo el país funcionan plenamente, y debido a la escasez de personal, la falta de suministros y los daños, solo alrededor de una tercera parte de los centros sanitarios en funcionamiento ofrecen servicios de salud reproductiva.
En la medida en que Mohsina se acercaba a su fecha de parto, sentía que algo no estaba bien. "Estaba realmente preocupada por mi bebé", confiesa. Pero entonces dieron un golpe de suerte.
Un amigo de Hadi le habló del hospital de Jardan, donde el UNFPA apoya servicios gratuitos de salud materna. "Inmediatamente llevé a mi esposa allí", afirma.
Cuando Mohsina inició el trabajo de parto, Amal, la partera, descubrió que no tenía un bebé, ¡tenía dos, un varón y una niña! "Tuve mellizos," explicó después Mohsina; "fue una gran sorpresa para mí".
El parto fue angustioso. La niña nació saludable, pero el niño sufrió graves complicaciones. "Mi hijo estaba gravemente enfermo, por lo que lo pasaron de prisa al servicio de urgencias", recordó Mohsina. Amal y el equipo de parto lograron estabilizar al bebé. Desde entonces se ha recuperado completamente.
"No me puedo imaginar cómo habría podido dar a luz a mellizos, y no sé si habría sobrevivido si no hubiera dado a luz en este hospital con el cuidado de Amal, nuestra partera," reconoció Mohsina.
A pesar de lo anterior, las necesidades en Yemen van en crecimiento.
En 2018, con financiación de Canadá, la Unión Europea, Kuwait, los Países Bajos, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y los Fondos mancomunados para actividades humanitarias en Yemen, el UNFPA pudo ampliar considerablemente sus operaciones humanitarias.
Entre 2017 y 2018, el número de centros sanitarios apoyados por el UNFPA aumentó de 133 a 235. El año pasado, más de 335 000 personas se beneficiaron de los servicios de salud reproductiva.
Este año, el UNFPA tiene previsto ampliar considerablemente sus operaciones de servicios de salud reproductiva y protección, dirigidas a 5,5 millones de personas. La organización está pidiendo USD 10 millones para financiar esta asistencia crítica.