En Etiopía, la participación comunitaria muestra el camino para poner fin al matrimonio infantil

KOLA TEMBEIN, Región de Tigray, Etiopía - A principios de este año, Haderu Gebray, de 15 años, fue detenida junto a sus padres por planificar su boda con un hombre mayor que ella al que no conocía. 

La situación de la Srta. Gebray llegó de manera instantánea a los medios de comunicación de Etiopía, donde el matrimonio infantil es ilegal. Para desatar una enorme indignación pública solo se necesitó una publicación en Facebook de un joven de la zona, un distrito con fuerte oposición popular a la nociva práctica, y sensibilizado en torno a las consecuencias legales de casarse antes de cumplir 18 años.

La Srta. Gebray nunca había visto a su potencial marido. Todos los arreglos los efectuaron este y los padres de ella.

Los preparativos de la boda estaban bien desarrollados cuando la policía se enteró. Arrestaron a los padres de la Srta. Gebray, así como a su potencial marido y a los padres de este. También la encarcelaron a ella "con fines de protección", como ella explica, y junto con sus padres fue puesta en libertad bajo fianza poco después. Entonces acordaron cancelar la boda.

"En ese momento no estaba contenta de que cancelaran mi boda, que tanto esfuerzo y gastos había costado a mis padres organizar", confesó. La Srta. Gebray se había resignado a su suerte y pensaba seguir estudiando, a pesar de que las niñas casadas son altamente propensas a abandonar la escuela.

El caso de la Srta. Gebray subraya la importancia del Programa Mundial Conjunto para Acelerar las Medidas Encaminadas a Poner Fin al Matrimonio Infantil, del UNFPA-UNICEF. Kola Tembein es uno de los tres distritos de la región de Tigray, en Etiopía, donde se está ejecutando el Programa Mundial Conjunto. A pesar de la sensibilización pública y la oposición a este, el matrimonio infantil es una costumbre profundamente arraigada que se extiende incluso a los empleados del gobierno, como el padre de la Srta. Gebray, cuyas acciones socavan los esfuerzos nacionales para poner fin a la práctica.

"Muy buenos resultados"

A padres como a los de la Srta. Gebray suele preocuparles que sus hijas tengan relaciones sexuales prematrimoniales y mancillen de ese modo el honor de su familia al perder la virginidad antes de casarse. Las menores pagan el precio y se hacen vulnerables a un mayor riesgo de abuso y de problemas de salud que conlleva el matrimonio infantil, incluidas las complicaciones potencialmente mortales del embarazo.

En Etiopía, la edad mínima legal para contraer matrimonio es 18 años, pero la edad media en el primer matrimonio es de 17,1, y el 58 % de las mujeres entre 25 y 49 años eran niñas casadas, según la Encuesta Demográfica y de Salud de Etiopía de 2016. En 2014, el Gobierno inició una ambiciosa campaña para eliminar el matrimonio infantil y otras prácticas nocivas para 2025.

El Programa Mundial Conjunto está apoyando los esfuerzos del gobierno regional para poner fin al matrimonio infantil en Tigray. Estos esfuerzos se ejecutan a nivel de las bases mediante estructuras comunitarias, incluidas organizaciones de la sociedad civil y organizaciones confesionales, como la iglesia Guya Mariam.

Gebreegziabher Tiku, sacerdote local, pide a las parejas que deseen casarse que presenten documentos que prueben que no son menores. También predica a su grey las consecuencias del matrimonio infantil y otras prácticas nocivas.

"Estamos viendo muy buenos resultados en cuanto se refiere a conjurar el matrimonio infantil", asegura el religioso.

Otro importante socio en la lucha contra el matrimonio infantil en Tigray son los grupos de desarrollo de las mujeres, que realizan ejercicios de mapeo comunitario e intensifican su labor durante los meses previos a las populares estaciones de boda. Las integrantes observan a cada chica en la comunidad, su estado civil y si siguen o no en la escuela. Luego comunican esta información a la Oficina de Asuntos de la Mujer del distrito.

"Esto nos ha ayudado a evitar el matrimonio de niñas menores de edad", explica Leteselas Berhe, líder de un grupo de desarrollo de las mujeres en Guya, una localidad en el distrito de Kola Tembein. "Hemos llevado casos de infractores a la atención de los órganos encargados de hacer cumplir la ley; uno de esos fue el caso de [la Srta. Gebray]".

Libre pero conmovida

Algunas familias dan marcha atrás cuando se dan cuenta de que el grupo de desarrollo de las mujeres les está dando seguimiento, pero casos como el de la Srta. Gebray suelen ser manejados por un Comité de Anulación del Matrimonio creado a nivel local, y los infractores son enjuiciados en los tribunales.

La Oficina de Asuntos de la Mujer del Tigray ha creado un comité directivo para fortalecer los esfuerzos de la comunidad en todos los niveles en la lucha contra el matrimonio infantil, y hasta ahora este ha logrado avances buenos pero insuficientes para poner fin a esa práctica nociva en esta región de Etiopía.

"Hemos conseguido mucho, pero no podemos decir que hayamos alcanzado cero incidencia del matrimonio infantil", explicó Alemat Amare, jefa adjunta de la Oficina.

En cuanto a la Srta. Gebray, hoy es libre, pero la odisea la dejó conmovida.

Aunque no quedó contenta a raíz de la publicación de su situación en las redes sociales, ahora piensa que fue una buena estrategia de la cual pueden aprender personas comprometidas con la lucha contra el matrimonio infantil. Hoy cursa el sexto grado, disfruta estar en la escuela y quiere continuar su educación hasta que llegue el día en que decida libremente casarse.

El 11 de octubre es el Día Internacional de la Niña, que reconoce los derechos y los singulares desafíos que enfrentan las niñas en todo el mundo. El tema de 2019 es "GirlForce: Unscripted and Unstoppable", que celebra los logros alcanzados por las niñas, con las niñas y a favor de estas desde la aprobación, en 1995, de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing.

                                                                                                                     - Abraham Gelaw