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Brotes verdes de esperanza en las profundidades de la guerra en Yemen

Hiam y otras mujeres aprenden habilidades agrícolas sostenibles como parte de una capacitación en un espacio seguro apoyado por el UNFPA en Yemen. ©UNFPA Yemen/YWU
  • 20 de septiembre de 2023

AL HUDAYDAH, Yemen — “Abandonar la escuela fue la parte más difícil para mí”, manifestó Hiam. “Todavía siento una profunda tristeza, pero el destino te lleva por caminos que no deseas, así que aprendí a vivir, luchar y esforzarme para alcanzar mis metas”.

Con tan solo 15 años, Hiam fue obligada a ocupar el papel de sostén de su familia en el pueblo de Al Jaharri en Al Hudaydah, en la costa occidental de Yemen. Cuando la guerra se intensificó, en 2014, el padre de Hiam, que ganaba menos de un dólar al día transportando mercancías en burro, perdió su trabajo y no pudo conseguir otro. Su madre estaba gravemente enferma de cáncer y requería atención constante. Hiam, que es la hija mayor de una familia de nueve miembros, tuvo que mantener a sus hermanos y asegurar la supervivencia de la familia.

Para ello viajó a granjas lejanas para comprar verduras y venderlas en su vecindario. El dinero cubrió las necesidades básicas de su familia, pero ella debió sacrificar su sueño de permanecer en la escuela. El trabajo también trajo costos inesperados.

“Como era la única chica en el mercado, abusaban de mí todos los días. Todo esto se sumó a mi tristeza y tuvo un profundo efecto en mí”, recordó Hiam.

Las mujeres y las niñas en situaciones de crisis corren un mayor riesgo de explotación sexual, abuso y coerción, ya que muchas se aventuran lejos y a menudo solas en busca de trabajo, sustento y artículos esenciales cotidianos.

Temiendo por su seguridad y bajo una inmensa presión para mantener a su familia, Hiam estaba cerca del punto crítico; así que cuando alguien de su comunidad le habló de un espacio seguro cercano para mujeres y niñas, con el apoyo del UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas que tiene a su cargo los asuntos relacionados con la salud sexual y reproductiva, buscó ayuda rápidamente.

Una mujer se arrodilla en una granja al aire libre y trabaja con frutas y verduras.
Hiam cultiva frutas y verduras en un espacio seguro apoyado por el UNFPA. ©UNFPA Yemen/YWU

Fue una decisión que marcaría el comienzo de una nueva vida para Hiam.

“Llegó [al espacio seguro para mujeres y niñas] en un estado terrible”, recordó la trabajadora social que la recibió. “Se notaban signos de estrés, fatiga y enfermedad en su rostro”.

Durante un mes, Hiam recibió asesoramiento de un grupo de profesionales de la salud capacitados en el espacio seguro. Una vez que sintió que había recuperado su confianza y estabilidad, comenzó a tomar clases de agricultura sostenible para asegurar el futuro de su familia y el suyo.

El UNFPA apoya actualmente 29 espacios seguros para mujeres y niñas en todo Yemen, además de ocho refugios para mujeres y cinco centros especializados de salud mental para atender a las más vulnerables. Si bien los refugios para mujeres ofrecen albergue para las sobrevivientes de la violencia de género, los espacios seguros brindan a las mujeres y niñas acceso a servicios de protección y los medios para reagruparse y reconstruir sus redes sociales, muchas de las cuales se han visto gravemente afectadas por el conflicto.

Los espacios también ofrecen un mayor apoyo a través de referencias para atención médica, asistencia legal, asistencia psicosocial y capacitación en aptitudes para medios de vida, lo cual es especialmente crucial para los hogares dirigidos por mujeres.

La crisis en curso

Yemen es una de las crisis humanitarias peores y más arraigadas del mundo. Resulta asombrosa la cifra de 21,6 millones de personas que requieren algún tipo de asistencia humanitaria, y el 80 % de la población del país enfrenta serias dificultades para acceder a alimentos, agua potable y servicios básicos de salud.

Las mujeres y las niñas llevan sobre sus hombros la peor parte de la crisis, que ahora entre en su octavo año : aproximadamente el 80 por ciento de los 4,5 millones de personas desplazadas son mujeres y niños, y aproximadamente una cuarta parte de los hogares desplazados están encabezados por mujeres. El continuo impacto de la guerra y las privaciones ha afectado gravemente a las mujeres y niñas yemeníes, pero la atención de la salud, incluido el apoyo a la salud mental, es escasa, ya que se estima que 7 millones de personas necesitan tratamiento y apoyo.

La violencia de género también ha aumentado desde el estallido del conflicto. Con las limitadas opciones de refugio y la ruptura de los mecanismos de protección formales e informales a medida que continúa el conflicto, las niñas son cada vez más vulnerables a mecanismos de afrontamiento dañinos como el matrimonio infantil, la trata de personas, la mendicidad y el trabajo infantil. Se estima que 7.1 millones de mujeres y niñas necesitan servicios para prevenir la violencia de género.

Un nuevo comienzo

Después de aprender a cultivar la tierra, Hiam recibió una subvención de 500 dólares para comenzar su propio negocio de agricultura sostenible, y ha desarrollado habilidades como poner precio a sus productos, marketing y gestión de las finanzas, y hoy gana alrededor de 30 a 50 dólares al mes de su agricultura. Sus ingresos son suficientes para mantener a sus siete hermanos en la escuela y ella produce suficiente para tres comidas al día para toda la familia.

“Ahora soy agricultora, y tanto mi vida como mi situación económica han mejorado mucho. Todo el mundo me llama 'la niña agricultora', y eso me encanta”, dijo al UNFPA, para agregar que se preocupa por el medio ambiente y se esfuerza por protegerlo a través de sus prácticas comerciales. Como persona comprometida con la agricultura sostenible, elige no usar productos químicos ni pesticidas, sino que utiliza estiércol como fertilizante.

Una mujer se inclina sobre un cultivo en una granja al aire libre.
Hoy en día, la granja de Hiam produce suficiente comida para alimentar a toda su familia, y gana suficiente dinero para mantener a sus siete hermanos en la escuela. ©UNFPA Yemen/YWU

“La historia de Hiam es una historia de esperanza, fuerza y resiliencia a la que todas las niñas pueden aspirar. Las mujeres y niñas como ella están superando una tremenda adversidad, y dando un paso adelante para convertirse en líderes. Las y los jóvenes en Yemen anhelan construir la paz y asegurar un futuro sostenible, por lo que es vital que los apoyemos”, manifestó Enshrah Ahmed, representante del UNFPA en Yemen.

El mensaje de Hiam a las mujeres y niñas es simple: “Nunca pierdas la esperanza. Nunca desesperes. Siempre cree en ti misma y siempre esfuérzate por alcanzar tus metas”.

 

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