En un mundo que enfrenta crisis humanitarias (conflictos violentos, condiciones meteorológicas extremas, agitación política) hay una constante: las mujeres y las niñas pagan el precio más alto.
En medio del caos y la confusión en tiempos de crisis, aumenta el riesgo de violencia de género. Aumentan las muertes maternas, los embarazos inseguros y no planificados y las infecciones de transmisión sexual. Con demasiada frecuencia las mujeres y las niñas comen al último y comen menos.
Los derechos de las mujeres y las niñas no deben ser víctimas colaterales en las crisis. La comunidad internacional debe aumentar con urgencia su apoyo para proteger a las mujeres y las niñas y hacer más para detener el flagelo de la violencia de género y exigir que los perpetradores rindan cuentas. El uso de la violencia sexual en los conflictos como táctica terrorista es abominable, además de ser una violación de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.
Este año, en momentos en que conmemoramos el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, la propia asistencia humanitaria se ve amenazada.
Los centros de salud, incluidos los hospitales de maternidad, están bajo ataque en zonas de conflicto en todo el mundo. Se trata de ataques contra el derecho internacional, y el UNFPA exige que terminen Los ataques contra las y los trabajadores humanitarios, especialmente las mujeres, son desenfrenados, e incluyen asesinatos y secuestros. Debido a esto, es difícil acceder a servicios que son vitales para la salud y la supervivencia de las mujeres y las niñas. Además, debido al estigma, la inseguridad y el miedo, a menudo se impide a las sobrevivientes de la violencia procurar apoyo.
La necesidad de financiación es urgente. A mediados de junio de este año, se necesitaban 54,8 mil millones de dólares en fondos humanitarios para ayudar a 249 millones de personas de un total de 362 millones de personas necesitadas en todo el mundo. El UNFPA está pidiendo 1,2 mil millones de dólares en 2023 para ayudar a aproximadamente 66 millones de mujeres, niñas y jóvenes en 65 países.
Las y los trabajadores humanitarios del UNFPA prestan servicios y protección cruciales a mujeres y niñas que luchan por sobrevivir en medio de las crisis. Nuestros dedicados equipos de trabajadores humanitarios brindan apoyo vital a millones de mujeres, niñas y jóvenes cuya salud, derechos, seguridad y dignidad están amenazadas en más de 60 países de todo el mundo. Las clínicas y equipos móviles llevan servicios de salud y protección reproductiva a algunas de las mujeres y niñas más difíciles de alcanzar. Para identificar soluciones sostenibles, el UNFPA se asocia con organizaciones locales y nacionales lideradas por mujeres que están mejor posicionadas para cubrir necesidades únicas.