Una encuesta realizada en junio por la publicación en línea Disability Horizons y la organización de derechos de los discapacitados Leonard Cheshire informó que el 14 % de las personas con discapacidad sufrían delitos de odio en línea. Junto con la organización de derechos de la discapacidad United Response, Leonard Cheshire también informó que el abuso en línea de personas con discapacidad en Inglaterra y Gales se disparó un 52 % en el período de encierro.
Más de 180 millones de personas entre 10 y 24 años viven con una discapacidad mental, intelectual, física o sensorial. Las mujeres con discapacidad constituyen casi una quinta parte de las mujeres en todo el mundo. Las personas con discapacidad tienen hasta tres veces más probabilidades de sufrir violencia física, sexual y emocional, pero menos probabilidades de acceder a servicios de prevención, respuesta y apoyo.
Toda persona tiene derecho a vivir libre de violencia y discriminación; a la autonomía corporal: el poder y la posibilidad de tomar decisiones sobre sus cuerpos, salud y vidas; y a tener acceso a información y servicios de salud sexual y reproductiva.
Sin embargo, estos derechos pueden ser violados o negados a las personas con discapacidad, que ya enfrentan el aislamiento, el estigma y los prejuicios. Sin acceso a la educación sexual integral, por ejemplo, las mujeres y las niñas con discapacidad son más vulnerables al abuso sexual. Sin acceso a los servicios de apoyo, pierden confianza y respeto por sí mismas.
El UNFPA trabaja por un mundo más inclusivo, en el que todas y todos tengamos acceso a la salud y los derechos sexuales y reproductivos y sepamos que tenemos derecho a vivir sin violencia en todos los espacios. El abuso en línea es una violación de los derechos humanos y de la autonomía corporal; debemos proteger a las y los marginados entre nosotros de ambas formas de violación de derechos.