La menopausia afecta a la mitad de la población mundial, pero el problema sigue envuelto en el secreto, incluso en el lugar de trabajo.
Afecta a más de uno de cada cinco miembros de la fuerza laboral mundial, pero suele ser descartada, estigmatizada e incomprendida, lo que lleva a muchas mujeres a soportar esta fase en silencio.
En este Día Mundial de la Menopausia, comprometámonos a levantar nuestras voces para romper el silencio y esforzarnos por construir entornos de trabajo más inclusivos y empáticos.
Ya sea remunerado o no remunerado, formal o informal, el trabajo de las mujeres es una fuerza impulsora detrás de la economía global. Si bien los síntomas pueden ser controlados, la menopausia puede afectar significativamente la salud física y mental, el bienestar y la productividad, por lo que es esencial que los lugares de trabajo prioricen el apoyo a las mujeres durante esta transición de salud.
Los líderes, especialmente en sectores dominados por hombres, deben ser educados y preparados para apoyar a las empleadas con empatía, comprensión y flexibilidad. Apoyar a las mujeres a través de la menopausia, que suele ocurrir entre los 45 y los 55 años, no es solo una cuestión de equidad, es una necesidad para una sociedad funcional, productiva e inclusiva.
Las políticas favorables a la menopausia en el lugar de trabajo, como horarios flexibles, recursos sanitarios accesibles y un entorno de trabajo cómodo son fundamentales para abordar los desafíos únicos que enfrentan las mujeres. Este tipo de apoyo beneficia no solo a las trabajadoras, sino también a sus familias, colegas y comunidades, contribuyendo así a mejorar la moral en el lugar de trabajo y la salud de la sociedad.
El bienestar de las mujeres a todas las edades es crucial para la salud social y económica de la sociedad. Es hora de iniciar la conversación.